LA MALDICIÓN DEL CUATRO. 1.
El viento resoplaba entre una de las rendijas de la puerta de entrada. Las persianas hacían un ruido similar a un grito angustioso. El viento hacía moverse a todas y cada una de las puertas de aquella antigua casa en la que vivía. Era de madrugada, pero yo no tenía sueño. Veía la tele para intentar cerrar los ojos pero me era imposible con tanto ruido. El viento hacía de las suyas y yo me sentía impotente al no poder frenarlo. Una de las antentas se movió y la tele dejó de verse. Entre tanto ruido se unió el de "la lluvia" del televisor... A mi espalda un ruido muy extraño me sobresaltó y me hizo levantar la cabeza y darme la vuelta. La luz parecía fallar y comenzar a encenderse poco a poco... Mi cuerpo temblaba cada vez mas... Justo un minuto después, a las cuatro, se hizo el silencio. Solo se escuchaba la tele, que no se como volvió a funcionar y el "tic tac" de un viejo reloj que se suponía que no tenía pilas. Eso me asustó, cerré los ojos con fuerza, me di la vuelta y quedé dormido... Por la mañana, todo estaba como los dias anteriores. Nada parecía haber cambiado en la casa. Miré la bombilla de mi habitación y parecía estar bien... El reloj no funcionaba, la pila seguía gastada y pensé que se me pareció escucharlo por el cansancio... no había otra explicación. Al llegar la noche, la luz del baño se fundió mientras me duchaba, dejándome a oscuras. Continué con normalidad, hasta que tras la ventana, vi una silueta moverse... No sabía lo que era... No tenía forma humana ni de ningun animal que yo conociera... Pero era algo desconocido, ya que el baño estaba en un segundo piso. No pude moverme. Esa extraña silueta se acercó hasta mi ventana, tanto, que pareció entrar... Fue entonces cuando la luz volvió como mismo se fue, con un golpe, haciendome pegar un salto... Al salir de la ducha, comprové la bombilla y estaba en perfecto estado. Yo no entendía nada. Tampoco tenía sueño y no estaba cansado. Miré la hora... las cuatro, otra vez... Me asomé con miedo por la ventana, pero tampoco había nada, el barranco iluminado por la luna, era lo único. Me acosté en la cama, esta vez sin encender nada, dispuesto solo a dormir. Por suerte no ocurrió nada mas. Desperté contento después de haber dormido mejor que nunca y sabiendo que tenía una fiestilla con los amigos que sabía que duraría hasta muy tarde. La fiesta estuvo de muerte. Fue perfecta, me lo pase como nunca. A eso de las tres y cuarto de la madrugada, salí camino a mi casa, porque a un amigo le estaba dando fatigas y no se encontraba muy bien... Al llegar a casa, dejé la chaqueta sobre la silla, me desvestí y caí sobre la cama. Cuando estaba a punto de quedarme dormido, tocaron en la puerta, y desperté algo extrañado, ya que a esa hora no era muy normal una visita. Al abrir la puerta, encontré un paquete. Lo cogí y cerré la puerta. Al abrirlo, encontré dentro un espejo con un color oscuro... Todo lo que se reflejaba adoptaba un color siniestro... Un color que nunca había visto. Cerré la caja y lo tiré a la basura... Volví a meterme en la cama, pero escuché un gran golpe en la cocina. Corrí para mirar lo ocurrido. La puerta en la que estaba la basura estaba destrozada. Encima de la mesa estaba la caja. Me acerqué despacio. La volví a abrir con miedo, y en el espejo, estaba reflejada una cara demoniaca... Solté el espejo con miedo y fui hasta mi habitación. Cerré la puerta y me puse en la esquina, pegado al espejo de mi habitación. Pasé la vista por encima del reloj... y eran las cuatro. Yo ya tenía mucho miedo. No sabía que hacer para frenar todo. En ese momento, en el oido que estaba pegado en el espejo, escuché un pequeño susurro, pero no entendí nada y salté hasta la cama. Creo que del susto me desmallé, porque no recuerdo nada mas de esa noche... Al día siguiente, no me podía mover a penas... No se que me pasaba... No pude evitar fijarme en que ese dia era 3/4/2004... Estuve todo el dia en la cama, no porque quisirera, si no porque no podía levantarme. Cada vez me encontraba peor... Tenía hambre, sed... No aguantaba mas... Ya era de madrugada, por lo tanto era 4/4/2004... Las luces de mi habitación se encendían y apagaban... Y lo mismo ocurría en todas las habitaciones de la casa... En el espejo de mi habitación apareció esa cara... Justo cuando todo estaba oscuro... Ese rostro de ojos blancos... Un blanco muy extraño y tenebroso... Un rostro lleno de afilados cuernos y muy arrugado... Con unos largos colmillos... Sentí como se me paralizaba todo el cuerpo... Como mi alma salía poco a poco de mi cuerpo... y como a las cuatro.......
HISTORIES AND LEGENDS
jueves, 2 de agosto de 2012
sábado, 23 de junio de 2012
EL HOMBRE OSCURO.
Era tarde, pero yo no tenía sueño. Me levante a por un vaso de agua, pero se había acabado la jarra y tendría que salir a buscarla al pozo... unos dos kilometros de mi casa. Mi casa se encontraba en un pueblo muy apartado, en las que todas las casas eran antiguas y apenas podías escuchar la radio porque la señal ni llegaba... No quería salir de casa, todo estaba oscuro y algo de miedo me invadía el cuerpo... La noche se me hacía interminable, y cada segundo hacía que mi sed aumentara como nunca antes... necesitaba agua... parecía que moriría si no bebía... Tuve que salir, con una antorcha, anduve por aquellos finos y largos callejones esperando llegar al final y encontrar el agua que calmaría mi sed... A mitad de camino, una voz susurró a mi izquierda.
-¿¡Quién es!?-
Miré al suelo y era un simple mendigo, borracho y sin que le cabiera una mancha mas en el cuerpo... Seguí mi camino hasta que, después de una hora de camino, llegué a aquel pozo que me llamaba... Coloqué la antorcha, y sumergí el cubo. Entonces, la antorcha se apagó por un aire repentino que no supe de donde vino... No sabía que hacer porque no se veía nada... Fue en ese momento cuando un calor me recorrió el cuerpo... miré al cielo, cerré los ojos, y me sentí con mucha fuerza... No se el motivo... pero había sido dotado de algo extraordinario... Al mirar a mi alrededor todo estaba iluminado. Mis manos brillaban de un color oscuro... Era un negro tan fuerte, que entre tanta oscuridad resaltaba... La sed se me había calmado, y caminé a mi casa asustado y desconsertado... por el camino, volví a ver al mendigo. Esta vez, algo me llamó la atención de él... tuve que agarrarlo por el cuello y apretar con todas mis fuerzas... No entendía porque lo hacía, pero no podía detenerme... Entre uno de los chillidos de aquel hombre, este desapareció dejando una sombra que entró en mi cuerpo llenandome de energía, mas de la que ya tenía anteriormente... Hacer aquellas cosas me hacía cobrar vida... Si no agarraba a personas moriría lo sentía... Eso solo me ocurría por las noches, y era muy dificil encontrar a alguien por las calles entre tanta oscuridad... Unas de las noches posteriores, toque en una de las casas. Un hombre alto abrió la puerta, pero yo parecía camuflarme entre la oscuridad, porque él no conseguía verme. Agarré su enorme cuello y nuevamente apreté con todas mis fuerzas... Aquella sombra me dio mucha energía... En ese momento si me sentía vivo... Entré despacio en su casa con la esperanza de encontrar a alguien mas en su interior... Una joven y delgada chica dormía en una de las camas... Me acerqué despacio, la toque debilmente, y cuando abrió los ojos, gritó con mucha fuerza y acto seguido le hice lo de costumbre... calló enseguida... Mientras salía de la casa, en un espejo del pasillo, me miré... era horrible... La cara era un simple humo oscuro, brillante y con dos ojos negros enormes con un brillo blanquecino en su centro... Parecía que flotaba... hasta a mi me daba miedo... Un mes después... ya no quedaba nadie en el pueblo... todo estaba desértico. El pueblo, cada noche tenía una estela de sombras y sonidos extraños... ya no podía vivir ahí... Por eso salí en busca de otro lugar... nunca sé a donde voy a llegar... pero quien sabe, a lo mejor, el próximo pueblo seré el tuyo... Un consejo, nunca habras la puerta sin preguntar quien es... podría suceder algo extraño...
Era tarde, pero yo no tenía sueño. Me levante a por un vaso de agua, pero se había acabado la jarra y tendría que salir a buscarla al pozo... unos dos kilometros de mi casa. Mi casa se encontraba en un pueblo muy apartado, en las que todas las casas eran antiguas y apenas podías escuchar la radio porque la señal ni llegaba... No quería salir de casa, todo estaba oscuro y algo de miedo me invadía el cuerpo... La noche se me hacía interminable, y cada segundo hacía que mi sed aumentara como nunca antes... necesitaba agua... parecía que moriría si no bebía... Tuve que salir, con una antorcha, anduve por aquellos finos y largos callejones esperando llegar al final y encontrar el agua que calmaría mi sed... A mitad de camino, una voz susurró a mi izquierda.
-¿¡Quién es!?-
Miré al suelo y era un simple mendigo, borracho y sin que le cabiera una mancha mas en el cuerpo... Seguí mi camino hasta que, después de una hora de camino, llegué a aquel pozo que me llamaba... Coloqué la antorcha, y sumergí el cubo. Entonces, la antorcha se apagó por un aire repentino que no supe de donde vino... No sabía que hacer porque no se veía nada... Fue en ese momento cuando un calor me recorrió el cuerpo... miré al cielo, cerré los ojos, y me sentí con mucha fuerza... No se el motivo... pero había sido dotado de algo extraordinario... Al mirar a mi alrededor todo estaba iluminado. Mis manos brillaban de un color oscuro... Era un negro tan fuerte, que entre tanta oscuridad resaltaba... La sed se me había calmado, y caminé a mi casa asustado y desconsertado... por el camino, volví a ver al mendigo. Esta vez, algo me llamó la atención de él... tuve que agarrarlo por el cuello y apretar con todas mis fuerzas... No entendía porque lo hacía, pero no podía detenerme... Entre uno de los chillidos de aquel hombre, este desapareció dejando una sombra que entró en mi cuerpo llenandome de energía, mas de la que ya tenía anteriormente... Hacer aquellas cosas me hacía cobrar vida... Si no agarraba a personas moriría lo sentía... Eso solo me ocurría por las noches, y era muy dificil encontrar a alguien por las calles entre tanta oscuridad... Unas de las noches posteriores, toque en una de las casas. Un hombre alto abrió la puerta, pero yo parecía camuflarme entre la oscuridad, porque él no conseguía verme. Agarré su enorme cuello y nuevamente apreté con todas mis fuerzas... Aquella sombra me dio mucha energía... En ese momento si me sentía vivo... Entré despacio en su casa con la esperanza de encontrar a alguien mas en su interior... Una joven y delgada chica dormía en una de las camas... Me acerqué despacio, la toque debilmente, y cuando abrió los ojos, gritó con mucha fuerza y acto seguido le hice lo de costumbre... calló enseguida... Mientras salía de la casa, en un espejo del pasillo, me miré... era horrible... La cara era un simple humo oscuro, brillante y con dos ojos negros enormes con un brillo blanquecino en su centro... Parecía que flotaba... hasta a mi me daba miedo... Un mes después... ya no quedaba nadie en el pueblo... todo estaba desértico. El pueblo, cada noche tenía una estela de sombras y sonidos extraños... ya no podía vivir ahí... Por eso salí en busca de otro lugar... nunca sé a donde voy a llegar... pero quien sabe, a lo mejor, el próximo pueblo seré el tuyo... Un consejo, nunca habras la puerta sin preguntar quien es... podría suceder algo extraño...
jueves, 21 de junio de 2012
MIEDOS...
No hay nada mas triste que despertar cada mañana y encontrarte solo en todo el mundo. Mirar a tu alrededor y ver que cada esquina esta oscura. Que no tienes a nadie para agarrarte en esos momentos mas dificiles... No hay nada peor que necesitar el calor de una persona y no encontrarla por mas que lo pides... No saber que hacer, ni a donde ir... Esa situación de desespero en la que das vueltas de un lado para otro... pero en la que nunca encuentras el lugar al que quieres llegar... Esa situación de miedo, de angustia, la sufren miles de personas... cada segundo, cada minuto... cada hora... cada momento del dia... es otra de las razones por las que el ser humano podria sentir miedo... Una madre que se despierte cada dia y sepa que no tiene para darle de comer a sus hijos... muy pocas cosas son mas dolorosas que esa... El miedo puede ser muy relativo... Existen muchos tipos de miedos... normalmente, el que da mas miedo es el que se encuentra en la vida cotidiana... EL MIEDO NO SIEMPRE ES EL MISMO...
No hay nada mas triste que despertar cada mañana y encontrarte solo en todo el mundo. Mirar a tu alrededor y ver que cada esquina esta oscura. Que no tienes a nadie para agarrarte en esos momentos mas dificiles... No hay nada peor que necesitar el calor de una persona y no encontrarla por mas que lo pides... No saber que hacer, ni a donde ir... Esa situación de desespero en la que das vueltas de un lado para otro... pero en la que nunca encuentras el lugar al que quieres llegar... Esa situación de miedo, de angustia, la sufren miles de personas... cada segundo, cada minuto... cada hora... cada momento del dia... es otra de las razones por las que el ser humano podria sentir miedo... Una madre que se despierte cada dia y sepa que no tiene para darle de comer a sus hijos... muy pocas cosas son mas dolorosas que esa... El miedo puede ser muy relativo... Existen muchos tipos de miedos... normalmente, el que da mas miedo es el que se encuentra en la vida cotidiana... EL MIEDO NO SIEMPRE ES EL MISMO...
EL MAYOR MIEDO.
Siempre se suele decir que se siente miedo en situaciones en las que el ser humano no sabe lo que ocurrirá, o en las que suceden acontecimientos extraños... Con fantasmas, extraterrestres... con cosas paranormales... Normalmente cuando hablamos de miedo, nos referimos a ese tipo de miedo... Pero, mi opinion es, que cuando realmente sientes miedo es cuando pierdes a lo mas importante de tu vida. En ese momento es cuando no sabes realmente como reaccionar... cuando realmente te sientes paralizado... cuando sientes que el mundo se te cae encima... El miedo real, se siente cuando pierdes a la persona amada... cuando pierdes a la persona que ha dado tanto por ti... a la que crees que le debes la vida... Imaginar que un dia al despertar y mirar a tu alrededor, y saber que esa persona se ha marchado... eso es lo que realmente me hace temblar... pensar eso es lo único que me haría llorar de miedo... Imaginar que no volvería a ver esa sonrisa que me hacia sonreir a mi tambien... esa que me hacia sentir bien y protegido... eso me mataría. Perder a esa persona y pensar que no volvería a besarla... a sentir sus caricias... a sentir su respiracion mientras duerme y mientras simplemente te mira... no volver a rozarla sería la mayor tortura... Pasar por algun lugar por donde solias pasar con ella, mirar a tu lado, y no verla ni sentir su mano agarrando la tuya... eso para mi es el miedo pleno... Si a mi me preguntaran,"¿cuál es tu mayor miedo? Mi respuesta sería clara, perder a la persona de mis sueños... a esa que me dio la vida que tengo... por la que daria todo... esa sería la mayor historia de terror que me podría ocurrir... ¿Has conocido tu a esa persona?
Siempre se suele decir que se siente miedo en situaciones en las que el ser humano no sabe lo que ocurrirá, o en las que suceden acontecimientos extraños... Con fantasmas, extraterrestres... con cosas paranormales... Normalmente cuando hablamos de miedo, nos referimos a ese tipo de miedo... Pero, mi opinion es, que cuando realmente sientes miedo es cuando pierdes a lo mas importante de tu vida. En ese momento es cuando no sabes realmente como reaccionar... cuando realmente te sientes paralizado... cuando sientes que el mundo se te cae encima... El miedo real, se siente cuando pierdes a la persona amada... cuando pierdes a la persona que ha dado tanto por ti... a la que crees que le debes la vida... Imaginar que un dia al despertar y mirar a tu alrededor, y saber que esa persona se ha marchado... eso es lo que realmente me hace temblar... pensar eso es lo único que me haría llorar de miedo... Imaginar que no volvería a ver esa sonrisa que me hacia sonreir a mi tambien... esa que me hacia sentir bien y protegido... eso me mataría. Perder a esa persona y pensar que no volvería a besarla... a sentir sus caricias... a sentir su respiracion mientras duerme y mientras simplemente te mira... no volver a rozarla sería la mayor tortura... Pasar por algun lugar por donde solias pasar con ella, mirar a tu lado, y no verla ni sentir su mano agarrando la tuya... eso para mi es el miedo pleno... Si a mi me preguntaran,"¿cuál es tu mayor miedo? Mi respuesta sería clara, perder a la persona de mis sueños... a esa que me dio la vida que tengo... por la que daria todo... esa sería la mayor historia de terror que me podría ocurrir... ¿Has conocido tu a esa persona?
martes, 8 de mayo de 2012
Desespero. Pequeño relato.
Era de noche. Solo se oia el roce de las hojas de los árboles y el viento. Los columpios del parque próximo chirriaban levemente. Caminaba hacia mi casa, porque mi coche se había roto, y de alguna manera tendría que llegar desde el trabajo. Sobre las doce menos cuarto, justo delante de ese parque, me dio un gran escalofrío. Noté como si los pelos fueran agujas que me rajarían la piel... "¿Qué sería esa sensación tan fuerte?". Pensé. Seguí caminando... pero escuché a un hombre que me llamaba.
-¡Eh, hijo, acercate...!-
Al mirar atrás, vi a un señor sentado en un columpio. Al llegar delante, me di cuenta que era mi padre. Fue entonces cuando en un ataque de cariño me avalancé a abrazarlo y caí al suelo. Entonces me dije atemorizado...:
-¿Qué acabo de hacer?-
Cai en la cuenta de que mi padre, había muerto desde hacía justo un año... y en ese mismo lugar...
Era de noche. Solo se oia el roce de las hojas de los árboles y el viento. Los columpios del parque próximo chirriaban levemente. Caminaba hacia mi casa, porque mi coche se había roto, y de alguna manera tendría que llegar desde el trabajo. Sobre las doce menos cuarto, justo delante de ese parque, me dio un gran escalofrío. Noté como si los pelos fueran agujas que me rajarían la piel... "¿Qué sería esa sensación tan fuerte?". Pensé. Seguí caminando... pero escuché a un hombre que me llamaba.
-¡Eh, hijo, acercate...!-
Al mirar atrás, vi a un señor sentado en un columpio. Al llegar delante, me di cuenta que era mi padre. Fue entonces cuando en un ataque de cariño me avalancé a abrazarlo y caí al suelo. Entonces me dije atemorizado...:
-¿Qué acabo de hacer?-
Cai en la cuenta de que mi padre, había muerto desde hacía justo un año... y en ese mismo lugar...
CONFIANZA
-¿Miedo? Que es el miedo... solo es algo de la mente... yo no tengo miedo nunca porque me concentro para no tenerlo.-
-¿Estás seguro de que no tienes? Pues entonces entra en la casa abandonada del fondo del barranco a media noche y pasa esa noche ahí.-
-Cuando quieras...-
-Venga nos vemos mañana delante de la casa a las doce menos cuarto.-
-Allí estaré.-
A la noche siguiente, los chicos se vieron a la hora acordada, pero habían dos que dijeron que no pudieron ir, porque sus padres les había pillado.
-¿Y Marcos? Tanto rollo diciendo, Juan, ¿estás seguro de que no tienes... y no viene? Psssss... no me jodas...- Da igual Juan, ni él ni Diego pudieron venir, sus padres los pillaron...-
-Me da igual Luis, eso no es así.-
-Pero si da igual, eres tu el que va a entrar... Vamos, para dentro-
Juan entró en la casa, la puerta estaba echa un desastre, costaba abrirla. Al entrar cerraron la puerta y dentro no se oia nada, todo estaba en completo silencio. El sentía miedo, le temblaban las manos, por mucho que se concentrase. Al encender la linterna, en el fondo de la casa, se vio una sombra moviendose. Él quedó paralizado por el miedo. Corrió a abrir la puerta pero estaba totalmente trancada.
-¡Abran la puerta joder!- Gritaba desesperado.
Por otro lado, sus amigos Marcos y Diego estaban dentro de la casa para asustarlo, pero en el piso de arriba. Diego oyó ruido por las escaleras, y pensando que era Juan, corrió al lado. Pero no vio a nadie pasar, y los ruidos seguían sonando. Del miedo corrió para huir pero al estar a oscuras, tropezo y cayó por las escaleras, y al llegar abajo la cabeza se "reventó" contra la pared porque chocó de lleno. Juan oyó el tremendo golpe:
-¿Quién cojones está ahi? ¿Marcos? ¿Diego?-
Al apuntar con la linterna, vio toda las sangre por el suelo, y se dio cuenta de que era su amigo Diego.
-¡Diego, Diego, que te ha pasado, contestame por favor!-
Diego no respiraba, y Juan estaba desesperado.
-¡Abran la puerta de una vez, Diego a muerto joder!-
Los amigos de afuera intentaron abrir la puerta pero estaba trancada y era imposible abrirla. Marcos, al oir tanto jaleo, corrió al piso de abajo. Al terminar de bajar las escaleras se dio cuenta de que estaba en el mismo piso que antes. Desconcertado, volvió a bajar, pero pasó lo mismo.
- ¡Juaaaan!.... ¡Diegooooo!... ¡Ayuda por favoooor!-
No se sabe el por qué, el piso de arriba parecia estar separado del de abajo. Arriba se oia todo lo de abajo, pero no ocurría lo mismo al revés. Entonces, se hizo el silencio, tanto en el piso de abajo como en el de arriba. Marcos escuchó un sonido extraño en el fondo del piso. Caminó despacio para mirar de que se trataba. A mitad de camino la linterna se apagó y una risa tenebrosa hizo resonar la casa.
-¡Aaaaaaaah! Dios sacame de esta por favor...- Dijo Marcos.
Mientras, Juan buscaba la forma de escapar de esa horrible casa, pero no habia forma posible. En ese piso no había ventanas y la puerta era imposible abrirla. Juan, agotado por intentar salir de ese piso, se dejó caer al suelo mientras resbalaba por la puerta.
- Se acabó, ya llegó mi fin...-
Fue cuando la casa se envolvió en una oscuridad mas profunda que la anterior, una especie de niebla invadió cada habitación... dejando sin oxígeno a Juan. En una esquina de la casa, apareció una silueta. Esa cosa, fuese lo que fuese, se llevó el alma de Juan e hizo desaparecer su cuerpo. El cuerpo de Juan se encontró al siguiente día en el fondo de un barranco próximo, pero de Marcos jamás se supo nada mas... A partir de ahi, nunca mas se acercaron a esa casa...
-¿Miedo? Que es el miedo... solo es algo de la mente... yo no tengo miedo nunca porque me concentro para no tenerlo.-
-¿Estás seguro de que no tienes? Pues entonces entra en la casa abandonada del fondo del barranco a media noche y pasa esa noche ahí.-
-Cuando quieras...-
-Venga nos vemos mañana delante de la casa a las doce menos cuarto.-
-Allí estaré.-
A la noche siguiente, los chicos se vieron a la hora acordada, pero habían dos que dijeron que no pudieron ir, porque sus padres les había pillado.
-¿Y Marcos? Tanto rollo diciendo, Juan, ¿estás seguro de que no tienes... y no viene? Psssss... no me jodas...- Da igual Juan, ni él ni Diego pudieron venir, sus padres los pillaron...-
-Me da igual Luis, eso no es así.-
-Pero si da igual, eres tu el que va a entrar... Vamos, para dentro-
Juan entró en la casa, la puerta estaba echa un desastre, costaba abrirla. Al entrar cerraron la puerta y dentro no se oia nada, todo estaba en completo silencio. El sentía miedo, le temblaban las manos, por mucho que se concentrase. Al encender la linterna, en el fondo de la casa, se vio una sombra moviendose. Él quedó paralizado por el miedo. Corrió a abrir la puerta pero estaba totalmente trancada.
-¡Abran la puerta joder!- Gritaba desesperado.
Por otro lado, sus amigos Marcos y Diego estaban dentro de la casa para asustarlo, pero en el piso de arriba. Diego oyó ruido por las escaleras, y pensando que era Juan, corrió al lado. Pero no vio a nadie pasar, y los ruidos seguían sonando. Del miedo corrió para huir pero al estar a oscuras, tropezo y cayó por las escaleras, y al llegar abajo la cabeza se "reventó" contra la pared porque chocó de lleno. Juan oyó el tremendo golpe:
-¿Quién cojones está ahi? ¿Marcos? ¿Diego?-
Al apuntar con la linterna, vio toda las sangre por el suelo, y se dio cuenta de que era su amigo Diego.
-¡Diego, Diego, que te ha pasado, contestame por favor!-
Diego no respiraba, y Juan estaba desesperado.
-¡Abran la puerta de una vez, Diego a muerto joder!-
Los amigos de afuera intentaron abrir la puerta pero estaba trancada y era imposible abrirla. Marcos, al oir tanto jaleo, corrió al piso de abajo. Al terminar de bajar las escaleras se dio cuenta de que estaba en el mismo piso que antes. Desconcertado, volvió a bajar, pero pasó lo mismo.
- ¡Juaaaan!.... ¡Diegooooo!... ¡Ayuda por favoooor!-
No se sabe el por qué, el piso de arriba parecia estar separado del de abajo. Arriba se oia todo lo de abajo, pero no ocurría lo mismo al revés. Entonces, se hizo el silencio, tanto en el piso de abajo como en el de arriba. Marcos escuchó un sonido extraño en el fondo del piso. Caminó despacio para mirar de que se trataba. A mitad de camino la linterna se apagó y una risa tenebrosa hizo resonar la casa.
-¡Aaaaaaaah! Dios sacame de esta por favor...- Dijo Marcos.
Mientras, Juan buscaba la forma de escapar de esa horrible casa, pero no habia forma posible. En ese piso no había ventanas y la puerta era imposible abrirla. Juan, agotado por intentar salir de ese piso, se dejó caer al suelo mientras resbalaba por la puerta.
- Se acabó, ya llegó mi fin...-
Fue cuando la casa se envolvió en una oscuridad mas profunda que la anterior, una especie de niebla invadió cada habitación... dejando sin oxígeno a Juan. En una esquina de la casa, apareció una silueta. Esa cosa, fuese lo que fuese, se llevó el alma de Juan e hizo desaparecer su cuerpo. El cuerpo de Juan se encontró al siguiente día en el fondo de un barranco próximo, pero de Marcos jamás se supo nada mas... A partir de ahi, nunca mas se acercaron a esa casa...
lunes, 9 de abril de 2012
Oscuridad... mi destino.
Eran las siete y media de la tarde, veía el hermoso atardecer mientras me tomaba un vaso de refresco. Me encantaba mirar el amanecer y el atardecer cada día. Nunca me perdía ninguno, nunca. Entré en mi casa cuando el cielo oscureció. Encendí la tele y me puse a ver una peli de miedo que nunca había visto. Trataba de un chico, Albert se llamaba, que vivía en una casita apartada de las demás con sus padres. El chico salía cada día a la calle y se lo pasaba genial el solo, jugando con palos e imaginandose a monstruos, diciendo que el era el superheroe del mundo. La casualidad, que al crío también le encantaba mirar para el atardecer, era como yo de pequeño. Me vi reflejado. Eso consiguió engancharme frente al televisor. Durante la primera hora de película, no hubo nada de miedo. Solo explicaba como había crecido Albert, su infancia, su adolecencia... hasta llegar a adulto. Concretamente a los veinticuatro años. "Justo mi edad". Pensé. Durante el transcurso de la pelicula, habían muchas cosas que coincidían conmigo, me impresionaban. Un día, Albert salió de su casa camino a la de unos amigos, para ver una película y pasar un buen rato juntos. A mitad de camino, el coche de Albert pegó un acelerón y no podía frenar. Estuvo a punto de atropellar a una familia que caminaba por la acera tan tranquila. Entonces todo volvió a la normalidad. El llegó algo asustado. Pero ni lo mencionó. Entonces, a eso de las siete y media, salió de la casa con la esperanza de ver el lindo atardecer, pero el tiempo estaba nublado, era extraño, nunca había visto un cielo tan oscuro como el de ese día. Entró, algo desilusionado, pero siguió normal, total, era un simple atardecer, podría ver muchisimos mas. Ya encontré otra cosa que coincidía conmigo, la hora del atardecer, la misma hora a la que yo lo miraba. El chico salió de la casa a las nueve de la noche. De camino a casa, las luces de la calle se apagaron, estaba el solo en la carretera, el coche pegó otro acelerón. Albert intentó frenarlo, puso el freno de mano, pero de la velocidad que cogió se partió. Él no podía creerlo. Nunca había cogido tanta velocidad, no sabía que su coche fuera tan rápido. Cuando Albert estaba a punto de chocar contra una pared, el coche , como si se moviera por si solo, giró hacia la derecha, dirección a su casa. Al llegar delante, el coche bajo la velocidad hasta parar... todo solo. Asustado y desconcertado bajó del vehívulo y entró en su casa para acostarse y dormir un rato. Al abrir la puerta, escuchó un sonido en la cocina, como si arrastraran un caldero o algo de metal. Albert corrió para mirar de que se trataba. Yo estaba deseando ver lo que ocurría en ese momento en la peli. Vi una mano delgada y pálida, como si fuera de un muerto... pero se fue la luz de mi casa. Me dio tanto corage, que directamente me fui a dormir, para intentar olvidarme de la película. Esa mañana, como de costumbre, me quedé perplejo mirando el amanecer. Que paleta de colores, que luminocidad... me encantaba. Después de almorzar, fui a casa de unos amigos a echarme unas partidas a la play. Me pasé toda la tarde con ellos. Sobre las siete y media, salí de la casa para mirar para el cielo, pero, como era de esperar en mi historia, estaba muy nublado, tanto, que parecía de noche. Me acordé de la película de la noche anterior, pero no quise darle importancia. A las nueve, uno de mis amigos dijo que se tenían que ir ya, porque al día siguiente trabajaba y tenía que madrugar. Yo comencé a mosquearme, otra coincidencia. Por suerte, de camino a casa, ni se me apagaron las luces de la calle ni el coche me pegó un acelerón. Mas tranquilo, entré en casa. Al avanzar por mi casa, oí un ruido en la cocina. Los pelos se me pusieron de punta, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, me temblaban las piernas... Por el contrario de Albert en la película, caminé muy lentamente hasta la cocina. El ruido era idéntico al que Albert escuchó en la peli. Me asomé lentamente en la cocina... y no había nada, ¡solo un par de calderos moviendose solos por el centro de la cocina! Al ver eso, intenté salir de mi casa lo mas rápido posible, pero no pude. Intenté abrir la puerta de la calle, pero algo la había trancado. El ruido sesó, pero oí uno nuevo. Unos pasos se aproximaban a mi posición. Entonces, las luces de mi casa se fueron una vez mas. En el fondo del pasillo en el que me encontraba, unos ojos rojiso que resaltaban con un color negro alrededor, un color negro que resaltaba en la propia oscuridad, me observaban, y en menos de un segundo se encontraron a un dedo de rozarme. Del susto que me dio al verlos de repente delante, mi cuerpo brincó y caí al suelo. Algo me agarró de la pierna y me arrastró por toda la casa hasta llegar a la punta mas oscura. Me adentró en un lugar tenebroso, donde solo sentía dolor y donde solo se oían gritos de dolor y agónicos... Abrí los ojos a la mañana siguiente, y no era mas que un simple fantasma. Una simple alma en pena que vagaría por el mundo sin saber por qué. Nunca volví a ver ningún atardecer y amanecer. A partir de ahí, mi "vida" fue tremenda oscuridad, en la que me encargaba, de hacer lo mismo que me hicieron a mi a los demas dueños que iban llegando. Nunca me liberé de esa maldición. Nunca saldré de este oscuro lugar...
Eran las siete y media de la tarde, veía el hermoso atardecer mientras me tomaba un vaso de refresco. Me encantaba mirar el amanecer y el atardecer cada día. Nunca me perdía ninguno, nunca. Entré en mi casa cuando el cielo oscureció. Encendí la tele y me puse a ver una peli de miedo que nunca había visto. Trataba de un chico, Albert se llamaba, que vivía en una casita apartada de las demás con sus padres. El chico salía cada día a la calle y se lo pasaba genial el solo, jugando con palos e imaginandose a monstruos, diciendo que el era el superheroe del mundo. La casualidad, que al crío también le encantaba mirar para el atardecer, era como yo de pequeño. Me vi reflejado. Eso consiguió engancharme frente al televisor. Durante la primera hora de película, no hubo nada de miedo. Solo explicaba como había crecido Albert, su infancia, su adolecencia... hasta llegar a adulto. Concretamente a los veinticuatro años. "Justo mi edad". Pensé. Durante el transcurso de la pelicula, habían muchas cosas que coincidían conmigo, me impresionaban. Un día, Albert salió de su casa camino a la de unos amigos, para ver una película y pasar un buen rato juntos. A mitad de camino, el coche de Albert pegó un acelerón y no podía frenar. Estuvo a punto de atropellar a una familia que caminaba por la acera tan tranquila. Entonces todo volvió a la normalidad. El llegó algo asustado. Pero ni lo mencionó. Entonces, a eso de las siete y media, salió de la casa con la esperanza de ver el lindo atardecer, pero el tiempo estaba nublado, era extraño, nunca había visto un cielo tan oscuro como el de ese día. Entró, algo desilusionado, pero siguió normal, total, era un simple atardecer, podría ver muchisimos mas. Ya encontré otra cosa que coincidía conmigo, la hora del atardecer, la misma hora a la que yo lo miraba. El chico salió de la casa a las nueve de la noche. De camino a casa, las luces de la calle se apagaron, estaba el solo en la carretera, el coche pegó otro acelerón. Albert intentó frenarlo, puso el freno de mano, pero de la velocidad que cogió se partió. Él no podía creerlo. Nunca había cogido tanta velocidad, no sabía que su coche fuera tan rápido. Cuando Albert estaba a punto de chocar contra una pared, el coche , como si se moviera por si solo, giró hacia la derecha, dirección a su casa. Al llegar delante, el coche bajo la velocidad hasta parar... todo solo. Asustado y desconcertado bajó del vehívulo y entró en su casa para acostarse y dormir un rato. Al abrir la puerta, escuchó un sonido en la cocina, como si arrastraran un caldero o algo de metal. Albert corrió para mirar de que se trataba. Yo estaba deseando ver lo que ocurría en ese momento en la peli. Vi una mano delgada y pálida, como si fuera de un muerto... pero se fue la luz de mi casa. Me dio tanto corage, que directamente me fui a dormir, para intentar olvidarme de la película. Esa mañana, como de costumbre, me quedé perplejo mirando el amanecer. Que paleta de colores, que luminocidad... me encantaba. Después de almorzar, fui a casa de unos amigos a echarme unas partidas a la play. Me pasé toda la tarde con ellos. Sobre las siete y media, salí de la casa para mirar para el cielo, pero, como era de esperar en mi historia, estaba muy nublado, tanto, que parecía de noche. Me acordé de la película de la noche anterior, pero no quise darle importancia. A las nueve, uno de mis amigos dijo que se tenían que ir ya, porque al día siguiente trabajaba y tenía que madrugar. Yo comencé a mosquearme, otra coincidencia. Por suerte, de camino a casa, ni se me apagaron las luces de la calle ni el coche me pegó un acelerón. Mas tranquilo, entré en casa. Al avanzar por mi casa, oí un ruido en la cocina. Los pelos se me pusieron de punta, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, me temblaban las piernas... Por el contrario de Albert en la película, caminé muy lentamente hasta la cocina. El ruido era idéntico al que Albert escuchó en la peli. Me asomé lentamente en la cocina... y no había nada, ¡solo un par de calderos moviendose solos por el centro de la cocina! Al ver eso, intenté salir de mi casa lo mas rápido posible, pero no pude. Intenté abrir la puerta de la calle, pero algo la había trancado. El ruido sesó, pero oí uno nuevo. Unos pasos se aproximaban a mi posición. Entonces, las luces de mi casa se fueron una vez mas. En el fondo del pasillo en el que me encontraba, unos ojos rojiso que resaltaban con un color negro alrededor, un color negro que resaltaba en la propia oscuridad, me observaban, y en menos de un segundo se encontraron a un dedo de rozarme. Del susto que me dio al verlos de repente delante, mi cuerpo brincó y caí al suelo. Algo me agarró de la pierna y me arrastró por toda la casa hasta llegar a la punta mas oscura. Me adentró en un lugar tenebroso, donde solo sentía dolor y donde solo se oían gritos de dolor y agónicos... Abrí los ojos a la mañana siguiente, y no era mas que un simple fantasma. Una simple alma en pena que vagaría por el mundo sin saber por qué. Nunca volví a ver ningún atardecer y amanecer. A partir de ahí, mi "vida" fue tremenda oscuridad, en la que me encargaba, de hacer lo mismo que me hicieron a mi a los demas dueños que iban llegando. Nunca me liberé de esa maldición. Nunca saldré de este oscuro lugar...
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