viernes, 6 de abril de 2012

Oí un ruido en el salón. Era de madrugada, ya estaba en la cama preparado para dormir. Me levanté para mirar que había sido. Nada, todo parecía estar en su lugar. Volví a la cama y me acurruqué bien entre las mantas. Apaqué la luz, todo estaba en calma, se respiraba tranquilidad en el ambiente. Cuando cerré los ojos y comenzaba a adentrarme en mis sueños, algo me sacudió el cuerpo, haciendome pegar un salto. No había nada en mi habitación. Pensé que sería la típica pesadilla y seguí durmiendo. Cuando abrí los ojos por la mañana, recordé un sueño muy extraño que tuve esa misma noche. Caminaba por un jardín muy grande, cargado de flores, parecía de un palacio y estaba solo. Fui adentrándome por el camino, cuando cambió al patio de mi casa. Era ese tipo de sueño en el que no puedes hacer nada, el sueño te dirije hacia donde tienes que ir. Me llevó hasta la puerta de mi habitación. Al abrirla, un ser que vestía con una capucha negra, estaba al lado de mi cama, y al verme, se metió en el espejo. Al mirarme en él, lo vi reflejado, era la muerte y sacaba su tremenda guadaña y desperté justo antes de darme. Ese sueño me dejó muy trabado. Estuve todo el día acordandome de eso. Al llegar la hora de dormir, como hacía siempre, apagué la luz y todo quedó en completo silencio. No se por qué, pero esa noche me costó dormir mas que nunca. Una de las veces que abrí los ojos, en la esquina de la habitación, vi una sombra algo rara, que nunca había visto. La veía gracias al pequeño reflejo de la luz que entraba por mi ventana. Encendí la luz rápidamente, pero no había nada. Me relajé un poco, y al mirar al espejo... ¡estaba la muerte! O eso me pareció. No pude moverme, era como si me mirara, con su larga guadaña, preparado para llevarme con él. Se acercó y desperté. No había sido un sueño, fue demasiado real, estaba en mi habitación. Le pedí a un amigo dormir en su casa esa noche, porque me estaban sucediendo cosas muy raras y en la mia me costaba. Me dijo que si, que no era un problema. Lo que mas me asustó es que esa misma tarde, ese amigo, murió de una descarga, no se sabe como, pero un aparato parecía haberse estropeado. Otra vez me tocaría quedarme en casa, esta vez mucho mas triste y deprimido por la muerte de mi amigo. A eso de la una, escuché un ruido en el otro lado de la casa. Un escalofrío me invadió el cuerpo. Los cristales de las ventanas se congelaron,  eso me hizo tener muchísimo mas miedo. Rápidamente me metí en la cama, pero creo que fuera lo que fuera el causante de lo ocurrido quería precisamente lo que yo había hecho. Las luces se fundieron, yo me pegue a la pared envuelto entre todas las mantas, pero en el fondo de la habitación, vi de nuevo esa silueta. En un abrir y cerrar de ojos... ¡lo tenía justo delante! Levantó la guadaña y sentí un dolor muy intenso en la zona del pecho. Era increíble, notaba como el corazón se me paraba lentamente. Los parpados se me cerraban... ya estaba acabado, lo tenía claro, la muerte me había visitado, no se por qué a mi, simplemente me había tocado, solo espero que nunca nadie que lea esto, tenga un espejo en su habitación, y que si lo tiene, nunca lo mire de noche y con la luz apagada.

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